Subo lo escrito en clase pero lo estoy mejorando. Más adelante lo actualizaré.
Sus ojos no los veo más que a través de sus anteojos. Igualmente noto en ellos un brillo peculiar: nostálgico, antiguo. Como si recordaran otro momento, atesoraran recuerdos pasados.
Su cara despintada, natural. El pelo suelto. El flequillo que de a ratos invade y ella lo corre suavemente con sus manos. Por lo general no deja que la oculte, pero en las fotos a veces se esconde tras el.
Rie y es espontánea pero parece cargar siempre con su cuaderno de cartas, recortes y momentos eternizados.
En su vestir predominan los colores oscuros. Más allá de sus anteojos no lleva con ella ningún accesorio. No usa anillos, ni collares, ni aros. No tiene tatuajes ni nada impuesto que la caracterice.
Su carga no es física o inmediatamente visible; es parte de su historia; de lo que puramente es.
Me recuerda al romanticismo de otros tiempos. A la flor en un libro, a mujercitas.
Me hago la pelicula y la veo en su vejez compartiendo con sus hijas y nietas aquellos recuerdos de su juventud y sus viejos amores.
miércoles, 30 de mayo de 2007
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